viernes, 5 de diciembre de 2008

ASÍ PASÓ: Un timo en Moscú

Como en otras ocasiones se alojaron en el hotel asignado y al dia siguiente se realizó la lectura de normas del campeonato por parte del promotor, con motivo del campeonato del mundo que se celebraba en Moscu y como suele ser habitual, previamente convocaron a los árbitros, boxedores, equipo técnico y manager de los distintos paises participantes.
El promotor comenta a los participantes en la reunión que les pagaría por sus respectivos cometidos en el lugar del evento, aduciendo que no se ha atrevido a llevar dinero hasta el hotel "por la inseguridad que hay en Moscú".
Hay que decir que el trato recibido fue exquisito, el hotel muy lujoso y la comida excelente.
Llegando a "la Arena", que es como denominan también al Pabellon de Deportes donde se llevan a cabo los combates, toda la comitiva se prepara para la actuación, boxeadores, arbitros, preparadores, en fin, todo el mundo. Pero una gran sorpresa está por llegar, a la hora del inicio del campeonato, el promotor no aparece. Pasan los minutos y no da señales de vida.
Finalmente, el Sr. Soria manager español nos comunica que le han informado que el promotor del evento se ha fugado con el dinero...un montón de millones de pesetas. El dinero de las casas comerciales y patrocinadores oficiales, venta de localidades, etc,
Ante esta situación, se suspende el campeonato.
Si esto es ya de por sí una anécdota, más lo es el hecho de que el fugitivo promotor dejara pagados para todos los que iban a intervenir en el campeonato: una opípara cena y los billetes de vuelta.
Durante la cena y a los postres, con gran sentido del humor, toda la comitiva, una veintitantas personas, brindaron "a la salud" del promotor. Entre este grupo de personas se encontraba el que hoy es alumno de Aulas Culturales: el árbitro internacional de boxeo Manuel de Casas que es quién nos cuenta éste "simpático" suceso. Entre los conformantes de este equipo de personas se encontraban también: Enrique Soria, padre e hijo y el supervisor Benedetto Montella.

Aspecto de la lujosa mesa de "despedida", en la que no faltó el buen humor

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