Corría el año 1962, Teresa iba camino de casa de su madre y a la altura del puente de Triana, observó que las aguas del río se llevaban a un chiquillo, que al parecer había escapado de La Gota de Leche para "coger cañitas" según contó despues el niño. Iba acompañado de otro más pequeño que salió corriendo del susto.
A la vista del asunto, Teresa bajo el terraplen que lleva hasta el río y se metió en el agua hasta la cintura, se acercó hasta donde estaba el chico y le agarró de la mano para evitar que la corriente lo arrastrara. En esto que Teresa pidió socorro y un bereber de Melilla se acercó y ayudó a sacar el niño del río. Un coche que se detuvo en el lugar lo llevó a la Casa de Socorro. Recuerda Teresa que el niño llevó en la mano todo el tiempo el babero de La Gota de Leche.
La noticia del suceso fué recogida en El Telegrama del Rif.
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